La masonería es una escuela de pensamiento, una fraternidad universal y un camino de desarrollo personal basado en la razón, la ética y el simbolismo.
Desde hace siglos, los masones se reúnen en logias para trabajar en sí mismos y en su entorno, guiados por principios de libertad, igualdad y fraternidad. No es una religión ni un partido político: es un espacio donde convergen personas de distintas creencias, culturas y profesiones, unidas por el deseo de perfeccionarse y servir al bien común.
A través de rituales simbólicos, estudio filosófico y trabajo fraternal, la masonería invita a cada individuo a convertirse en el mejor arquitecto de su propia vida.
No busca imponer verdades, sino despertar preguntas. No impone caminos, sino que enciende luces para que cada quien trace el suyo.
¿Qué es la masonería?
Principios y Valores
En un mundo en constante cambio, los valores que sostienen a la masonería permanecen firmes como columnas que resisten el paso del tiempo.
Libertad
Defendemos el pensamiento libre, el derecho a creer, cuestionar y buscar la verdad por uno mismo. La masonería no impone dogmas: inspira reflexión.
Tolerancia
Fomentamos el diálogo, el entendimiento y la aceptación de la diversidad. Cada voz tiene un lugar. Cada visión aporta a la construcción del Templo de la Humanidad.
Igualdad
Todos los masones son hermanos, sin distinción de origen, religión, posición social o ideología. Dentro de la logia, todos son iguales: libres e iguales bajo la escuadra.
Secreto y Silencio
No por ocultamiento, sino por respeto. El silencio masónico representa la reflexión interior, la discreción y el valor de las palabras cuando son justas y necesarias.
Fraternidad
La hermandad masónica es un lazo profundo que une a personas de todo el mundo. Una red de apoyo, solidaridad y respeto mutuo.
Estos principios no son solo palabras: son herramientas de trabajo. Son el cincel y la escuadra con los que el masón talla su espíritu y su carácter.